Durante las vacaciones surgió un nuevo capricho:
conseguir una especie de escritorio o mesa donde tener
todos los chiches de librería, algunos materiales, las cosas para empaque,
la máquina de escribir que trajo hace mas de 45 años mi mamá de España y
conseguir una especie de escritorio o mesa donde tener
todos los chiches de librería, algunos materiales, las cosas para empaque,
la máquina de escribir que trajo hace mas de 45 años mi mamá de España y
alguna que otra cosa más, todo dependía de lo que consiguiera.
Pensaba ubicarlo a la entrada del taller en un paso,
por lo que tenía que tener muy poca profundidad, ser bajo y angosto.
Aunque lo fundamental y más importante era que tenía que ser
o encontrado en una esquina (podía ser mitad de cuadra también) o muy económico.
Entiéndase: no lo necesitaba, era solo un capricho.
El color estaba decidido desde antes de encontrarlo y
para que no resultara tan monótono lo corté con un poco de blanco.
para que no resultara tan monótono lo corté con un poco de blanco.
Pero como todo lo que encaro últimamente para mi,
al terminarlo y verlo bajo la ventana, cambié de opinión y me quedé
sin mueble-librero-en-pasillo-de-entrada
pero con un
pero con un
bonito-expositor-de-productos-bajo-la-ventana.
el "escritorio" se redujo a una simple mesita en el rincón...
Y bueh... con algo había que entretenerse 15 lluviosos días
de vacaciones en Buenos Aires...
de vacaciones en Buenos Aires...