Domingo invernal de sol,
perfecto para recorrer el casco histórico de San Isidro,
a 20 minutos de la Ciudad de Buenos Aires.
Son unas cuantas manzanas
alrededor de la plaza y la Catedral.
Calles angostas de adoquines
y veredas de ladrillo,
Terrenos irregulares gracias a la barranca
que desemboca en el Río de la Plata
Y un aire colonial irresistible.
Hacía muchos años que no caminaba por allí.
Sólo me acuerdo de haber ido de chica
a la feria que se hace en la plaza
Pero ayer, me dediqué a mirarla
con otros ojos,
a prestarle atención a los secretos
que guardan las quintas que miran al río,
aquellas que fueron habitadas
por quienes son parte de nuestra historia,
Residencias de verano
de la aristocracia argentina,
chacras donde las peronalidades de la época
urdían planes libertadores,
y ese encanto que solo los años saben dar.
Te recomiendo que si vas,
te pierdas por la barranca ,
arriba y abajo.
Y por supuesto, que visites la feria
donde seguro
alguna joyita vas a encontrar.