Si no puedes derrotar a tu enemigo, únete a el.

Este título tan largo representa exactamente lo que me ocurrió.

Necesitaba vaciar la habitación de los trastos
 que está en la terraza y deshacerme de varias cosas, 
entre ellas, de este viejo y pesado elástico de cama.

No recuerdo cuándo ni cómo subió hasta allá arriba, 

la cuestión es que fue imposible bajarlo, 
fue imposible hacerlo girar en el descanso de la escalera, 

fue imposible hacerlo bajar por el balcón... 
fue imposible!

Ya me estaba desesperando cuando decidí que
 si no podía deshacerme de él, había que darle una utilidad.

Así fue como lo pinté con pintura en aerosol,

lo aseguré a la pared 
y pasó a esconder un poco el rincón de la caja de escalera.

Algunas plantas colgadas, y acá se quedó

triunfante él y resignada yo.